A ver, por donde empezar… no pues esta cabrón. A “Matón” los escuche si mal no recuerdo cuando estaba yo en la secundaria con el “Divine Intervention”, aaaaahhhh que pinches recuerdos se me vienen a la mente en estos momentos. Ese disco a pesar de no ser el mejor de ellos me impactó un buen, recuerdo ver el vídeo de “Dittohead” y me ponía mal, pero no por ser malo, si no como que me daban ganas de salir a la calle y patear a alguien, en la quesundaria buscarle pleito al guey que decía ser el más machín, etc. Vaya que Slayer es ese tipo de bandas que te hace producir adrenalina, te pone eufórico y te hace sentirte malo cada vez que los escuchas. Después escuche sus primeros discos y no mamen, ahí si me dieron miedo estos cabrones no se, en esa época no estaba tan adentrado pero empezaba a escuchar de todo así que Slayer rápidamente se volvió de esas bandas que uno le mencionaba a sus cuates, se las recomendaba y que si no les gustaba te dabas el lujo de mirarlos con cierto desden, como que no eran hombres los muy putos.Años han pasados ya desde la primera vez que escuche a Tomas Enrique Araya García, Jeffrey John Hanneman, Kerry King y Dave Lombardo, cuatro tipos y personajes difíciles de olvidar. Slayer es de esas pocas bandas de las que uno se sabe el nombre de sus integrantes, pero también es de esas pocas bandas que te gustan o no te gustan, por que no puede haber medias tintas. Uno escucha muchas historias de la banda, sobre todo de sus presentaciones en vivo, las cuales siempre han sido salvajes tanto por la energía que descargan como por sus fans así que cuando me enteré que vendrían de nuevo a México no podía dejar pasar la oportunidad de verlos. Si mal no recuerdo fue en 2006 cuando hicieron 3 fechas en el Salón 21, que bueno ahora se llama José Cuervo Salón, un lugar no muy adecuado para un evento de metal en mi opinión pero el caso es que para los que asistieron fueron 3 fechas inolvidables. Esta vez la cita fue en el Palacio de los Deportes, había mucho escepticismo sobre si la banda lograría convocar tanta gente por que vaya, Slayer no es de esas bandas que llenan estadios, siempre se han mantenido dentro de los circuitos underground y tocan en lugares chicos. El día que salieron a la venta pude adquirir mi boleto gracias a mi buen amigo Cesar, que envío un emisario a la taquilla del Palacio, después me contaría que para su sorpresa habían sólo unas 15 o 20 personas haciendo fila para adquirir el suyo.
Parecía que la banda no iba a poder convocar tanta gente, todavía el mismo día se podían comprar boletos en taquilla y no fue como hasta las 3 de la tarde más o menos que finalmente se anunciaba que se habían agotado. Un amigo apenas compró el suyo un día antes por sistema Ticketmaster y desde el mediodía los “rapiñeros” de los revendedores ya estaban apostados desde la salida del metro Velódromo hasta los alrededores del Palacio y en la entrada del estacionamiento. Como siempre, mi viaje inició un día antes, primero hubo que arreglar los permisos pertinentes, esta vez el problema no era la castigadora sino la chamba por que la fecha cayó entre semana. Afortunadamente se armó, así que el lunes 20 salí rumbo al DF, de a soldado como suele suceder, para mi sorpresa en el mismo bus iba un par de paisanos que se dirigían al concierto y desde entonces (y con el riesgo de que se escuche muy puto) no nos separamos. Martes como a las 08:00 am estábamos tocando suelo chilango, después de un par de mensajes anunciando mi presencia fuimos a dejar nuestras cosas y después dar una turisteada por el centro, desayunar y darnos un baño (pero por separado eh, no se me emocionen). Al mediodía decidimos ir a darnos una vuelta por el Palacio a ver como estaba el asunto y ver los recuerdos, por esos rumbos me topé a Pepe Rot, y después de intercambiar unas cuantas palabras y explicarme por que no fue a verlos a Monterrey nos despedimos. Ahí ya estaban estacionados unos 4 o 5 autobuses procedentes de Tampico y San Luís Potosí, más tarde llegarían otros de Chihuahua si mal no recuerdo, Cuernavaca y ya no recuerdo de que otros lugares, algunos inclusos llegaron como a eso de las 7 de la tarde. Como a eso de las 6, mientras la gente esperaba que se abrieran las puertas, caía una lluvia fina pero que al menos a mí ya me estaba calando por que iba sólo con una playera y mi chaleco de batalla, por que al menos en el día hacía calor, en fin que más tarde me daría cuenta de que había sido una decisión acertada.
Como mi boleto lo traía mi camarada tuve que esperarlo en las afueras del Palacio, Max y su hijo Aarón entraron antes que yo. A eso de las 08:15 pm fue que entré con mi cuaderno y la pista del Palacio lucía llena y eso que aún faltaba más gente por entrar. Sobre el escenario estaban los Avatar, quienes fueron los abridores de Slayer. El sonido no fue muy bueno, pero a la gente se puede decir que en general les agradó la actuación del grupo. No los había escuchado antes así que no puedo decir mucho de ellos, sólo que recuerdo que cerraron con un cover de Venom, la rola “Witching Hour”. Así como a las 09:00 más o menos los de Monterrey daban por cerrada su actuación. Las luces se encendieron en la pista del Palacio y así pude tener un mejor panorama del lugar, había mucho chaval la verdad, creo que finalmente fueron de los que más llegaron, como que la banda veterana no asistió esta vez no se. Rápidamente la chaviza buscó como entretenerse mientras los Slayer hacían acto de presencia, y vaya manera de matar el tiempo. Fue así como se inició una guerra de vasos con miados y para mi mala suerte yo estaba al lado de los que la iniciaron. Esa noche me tocó bautizo y eso que ya me había bañado, hasta fui por mi jabón zest con aroma exótico para darme un baño antes de irme al concierto. Adentro la gente se aglutinaba y el calor ya se sentía mientras afuera la lluvia, aunque moderada, caía incesante. Yo rogaba que los cabrones Slayer salieran al escenario por que las cosas iban subiendo de tono en la pista, ya hasta empezaban a llenar vasos con escupitajos, vómito, mocos, etc, etc.
Afortunadamente hubo algo que nos llamó la atención a todos, una enorme manta con el logo de la banda que empezó a erigirse de manera imponente en la parte de atrás de los instrumentos. El escenario sencillo, pero creo que a nadie le importó ese detalle. Así a las 9:25 pm se apagaron las luces del lugar y se dejó escuchar el intro del tema que da titulo a la más reciente producción de Slayer: “Wolrd Painted Blood” seguida de “Hate Worldwide” y “War Ensemble”, creo que me quedaría corto al decir que aquello se volvió un pademonium, Yo había avanzado como hasta la mitad de la pista, cerca de donde habían colocado una división con vallas, pero se volvía casi imposible poder aguantar mucho tiempo así que poco a poco me fui desplazando hacía la parte de atrás muy cerca de la consola de audio. Todos saltaban, empujaban, coreaban las rolas y Slayer sólo se dedicó a tocar rola tras rola, así después de la primera tanda como que todo mundo ya estaba algo agotado y no era para menos. “Dittohead”, “Staind Of Mind”, “Disciple” y “Dead Skin Mask” son sólo algunos de los temas que volvieron a prender a la gente en una noche que aún estaba entera y que pintaba para mejorar conforme avanzara. Al principio el sonido como que no sonó muy bien, pero después de las primeras 4 rolas mejoró considerablemente. Araya estaba un poco estático y fueron pocos los momentos que se tomó para interactuar con el público, King imponente sobre el escenario, con esa indumentaria que ya se ha vuelto un distintivo y esa barba larga y con unos amarres en la misma para darle esa forma alargada y puntiaguda. Lombardo metido en lo suyo en la parte de atrás y dándole sólo como el sabe a la batería. Maestrazo el cabrón. La sorpresa de la noche fue sin duda Gary Holt que la traía difícil, digo, no cualquier cabrón puede darse el lujo ahora de decir que sustituyó a Hanneman y salió airoso de la situación. Fue el más movido de la noche por así decirlo, ya que no se quedó tan estático como el resto pero si se le vio algo tímido.
La verdad es que si pudo con el paquete, al menos yo quedé satisfecho con su interpretación. Por momentos como que la gente se apagaba pero al escuchar los primeros riffs de “Mandatory Suicide” como que uno sentía algo mojado en la parte de atrás del pantalón (fue ahí cuando pensé que todavía seguía la guerra de miados pero no, es que estaba emocionado). Le siguieron “Seasons In The Abyss”, “Snuff” y “South Of Heaven”, la gente ya tenía rato que pedía “Hell Awaits” pero se quedaron con las ganas. Ya eran más de las 10 de la noche y parecía que Slayer aún nos tenía un par de sorpresas bajo la manga. Tocaron “Raining Blood” y la gente empezó a armar mini slams por toda la pista del Palacio, como siempre no faltaron los manchados o los que ya estaban pasados o pedos así que salían repartiendo putazos a la gente que decidió no participar y ver el show. Vi como a unas chavillas les daban sus putazos pero ni así se quisieron mover las canijas hembras. Después vendría “Black Magic” y la cosa se puso más salvaje, a mi la verdad me dieron ganas de ir a repartir chingazos pero realmente llegué a temer por mi integridad física, si de por si ya estoy como que necesito refacciones en cadera y rodillas, así que mejor me quedé viendo así de lejitos. Pero no me salvé del todo de unos cuantos empujones y patadas, pero no me pudieron arrastrar. Con “Angel Of Death” se armó un moshpit enorme a un costado de la pista, muchos le huían la verdad, no faltó el que perdió algo ahí por andar de valiente. Creo que la cosa estuvo leve, vaya que uno escucha historias de gente que pierde dientes o sale con la nariz rota si va a un concierto de Slayer, yo al menos salí completo, claro con mis achaques de la edad, pero entero físicamente y eso siempre se agradece. Fue como una hora y cuarenta minutos lo que duró el show de Slayer y para ser la primera vez que los veo en vivo no salí para nada decepcionado aunque claro, como siempre uno sale haciendo comentarios del tipo: Como no tocaron esta o aquella. Pero el setlist estuvo bueno, Gary Holt llenó el hueco y las expectativas de este concierto creo que fueron superadas.
Así poco a poco la gente fue saliendo del lugar, afuera la lluvia había cesado un poco pero el frío se sentía. Los que no pudieron llegar temprano aprovecharon a comprar su recuerdo del evento, la verdad que las playeras estaban bastante feitas, las tazas igual pero en fin, la cosa era llevarse algo extra para recordar la noche del 21 de junio, el día que Slayer destrozó el Palacio de los Deportes.
Algunas rockuriosidades de este viaje:
- Al salir de Villahermosa, el bus recibió la bendición de una monja.
- El clima hizo que se me pararan los pezones por lo que no pude dormir a gusto ya que el roce de la playera me ponía “horny” y a mi lado iba un cabrón.
- No me perdí en el metro, como ya es mi costumbre.
- Esta vez no hubo un chilango que me buscara pleito (y ya van tres ocasiones que me pasa).
- No hubo necesidad de salir medio desnudo y en la madrugada a buscar chela por el rumbo de Garibaldi, esta vez la peda fue en Tlalnepantla y me porté bien.
Para descargar un pack con más fotos del concierto sólo denle click aquí.
Parecía que la banda no iba a poder convocar tanta gente, todavía el mismo día se podían comprar boletos en taquilla y no fue como hasta las 3 de la tarde más o menos que finalmente se anunciaba que se habían agotado. Un amigo apenas compró el suyo un día antes por sistema Ticketmaster y desde el mediodía los “rapiñeros” de los revendedores ya estaban apostados desde la salida del metro Velódromo hasta los alrededores del Palacio y en la entrada del estacionamiento. Como siempre, mi viaje inició un día antes, primero hubo que arreglar los permisos pertinentes, esta vez el problema no era la castigadora sino la chamba por que la fecha cayó entre semana. Afortunadamente se armó, así que el lunes 20 salí rumbo al DF, de a soldado como suele suceder, para mi sorpresa en el mismo bus iba un par de paisanos que se dirigían al concierto y desde entonces (y con el riesgo de que se escuche muy puto) no nos separamos. Martes como a las 08:00 am estábamos tocando suelo chilango, después de un par de mensajes anunciando mi presencia fuimos a dejar nuestras cosas y después dar una turisteada por el centro, desayunar y darnos un baño (pero por separado eh, no se me emocionen). Al mediodía decidimos ir a darnos una vuelta por el Palacio a ver como estaba el asunto y ver los recuerdos, por esos rumbos me topé a Pepe Rot, y después de intercambiar unas cuantas palabras y explicarme por que no fue a verlos a Monterrey nos despedimos. Ahí ya estaban estacionados unos 4 o 5 autobuses procedentes de Tampico y San Luís Potosí, más tarde llegarían otros de Chihuahua si mal no recuerdo, Cuernavaca y ya no recuerdo de que otros lugares, algunos inclusos llegaron como a eso de las 7 de la tarde. Como a eso de las 6, mientras la gente esperaba que se abrieran las puertas, caía una lluvia fina pero que al menos a mí ya me estaba calando por que iba sólo con una playera y mi chaleco de batalla, por que al menos en el día hacía calor, en fin que más tarde me daría cuenta de que había sido una decisión acertada.
Como mi boleto lo traía mi camarada tuve que esperarlo en las afueras del Palacio, Max y su hijo Aarón entraron antes que yo. A eso de las 08:15 pm fue que entré con mi cuaderno y la pista del Palacio lucía llena y eso que aún faltaba más gente por entrar. Sobre el escenario estaban los Avatar, quienes fueron los abridores de Slayer. El sonido no fue muy bueno, pero a la gente se puede decir que en general les agradó la actuación del grupo. No los había escuchado antes así que no puedo decir mucho de ellos, sólo que recuerdo que cerraron con un cover de Venom, la rola “Witching Hour”. Así como a las 09:00 más o menos los de Monterrey daban por cerrada su actuación. Las luces se encendieron en la pista del Palacio y así pude tener un mejor panorama del lugar, había mucho chaval la verdad, creo que finalmente fueron de los que más llegaron, como que la banda veterana no asistió esta vez no se. Rápidamente la chaviza buscó como entretenerse mientras los Slayer hacían acto de presencia, y vaya manera de matar el tiempo. Fue así como se inició una guerra de vasos con miados y para mi mala suerte yo estaba al lado de los que la iniciaron. Esa noche me tocó bautizo y eso que ya me había bañado, hasta fui por mi jabón zest con aroma exótico para darme un baño antes de irme al concierto. Adentro la gente se aglutinaba y el calor ya se sentía mientras afuera la lluvia, aunque moderada, caía incesante. Yo rogaba que los cabrones Slayer salieran al escenario por que las cosas iban subiendo de tono en la pista, ya hasta empezaban a llenar vasos con escupitajos, vómito, mocos, etc, etc.
Afortunadamente hubo algo que nos llamó la atención a todos, una enorme manta con el logo de la banda que empezó a erigirse de manera imponente en la parte de atrás de los instrumentos. El escenario sencillo, pero creo que a nadie le importó ese detalle. Así a las 9:25 pm se apagaron las luces del lugar y se dejó escuchar el intro del tema que da titulo a la más reciente producción de Slayer: “Wolrd Painted Blood” seguida de “Hate Worldwide” y “War Ensemble”, creo que me quedaría corto al decir que aquello se volvió un pademonium, Yo había avanzado como hasta la mitad de la pista, cerca de donde habían colocado una división con vallas, pero se volvía casi imposible poder aguantar mucho tiempo así que poco a poco me fui desplazando hacía la parte de atrás muy cerca de la consola de audio. Todos saltaban, empujaban, coreaban las rolas y Slayer sólo se dedicó a tocar rola tras rola, así después de la primera tanda como que todo mundo ya estaba algo agotado y no era para menos. “Dittohead”, “Staind Of Mind”, “Disciple” y “Dead Skin Mask” son sólo algunos de los temas que volvieron a prender a la gente en una noche que aún estaba entera y que pintaba para mejorar conforme avanzara. Al principio el sonido como que no sonó muy bien, pero después de las primeras 4 rolas mejoró considerablemente. Araya estaba un poco estático y fueron pocos los momentos que se tomó para interactuar con el público, King imponente sobre el escenario, con esa indumentaria que ya se ha vuelto un distintivo y esa barba larga y con unos amarres en la misma para darle esa forma alargada y puntiaguda. Lombardo metido en lo suyo en la parte de atrás y dándole sólo como el sabe a la batería. Maestrazo el cabrón. La sorpresa de la noche fue sin duda Gary Holt que la traía difícil, digo, no cualquier cabrón puede darse el lujo ahora de decir que sustituyó a Hanneman y salió airoso de la situación. Fue el más movido de la noche por así decirlo, ya que no se quedó tan estático como el resto pero si se le vio algo tímido.
La verdad es que si pudo con el paquete, al menos yo quedé satisfecho con su interpretación. Por momentos como que la gente se apagaba pero al escuchar los primeros riffs de “Mandatory Suicide” como que uno sentía algo mojado en la parte de atrás del pantalón (fue ahí cuando pensé que todavía seguía la guerra de miados pero no, es que estaba emocionado). Le siguieron “Seasons In The Abyss”, “Snuff” y “South Of Heaven”, la gente ya tenía rato que pedía “Hell Awaits” pero se quedaron con las ganas. Ya eran más de las 10 de la noche y parecía que Slayer aún nos tenía un par de sorpresas bajo la manga. Tocaron “Raining Blood” y la gente empezó a armar mini slams por toda la pista del Palacio, como siempre no faltaron los manchados o los que ya estaban pasados o pedos así que salían repartiendo putazos a la gente que decidió no participar y ver el show. Vi como a unas chavillas les daban sus putazos pero ni así se quisieron mover las canijas hembras. Después vendría “Black Magic” y la cosa se puso más salvaje, a mi la verdad me dieron ganas de ir a repartir chingazos pero realmente llegué a temer por mi integridad física, si de por si ya estoy como que necesito refacciones en cadera y rodillas, así que mejor me quedé viendo así de lejitos. Pero no me salvé del todo de unos cuantos empujones y patadas, pero no me pudieron arrastrar. Con “Angel Of Death” se armó un moshpit enorme a un costado de la pista, muchos le huían la verdad, no faltó el que perdió algo ahí por andar de valiente. Creo que la cosa estuvo leve, vaya que uno escucha historias de gente que pierde dientes o sale con la nariz rota si va a un concierto de Slayer, yo al menos salí completo, claro con mis achaques de la edad, pero entero físicamente y eso siempre se agradece. Fue como una hora y cuarenta minutos lo que duró el show de Slayer y para ser la primera vez que los veo en vivo no salí para nada decepcionado aunque claro, como siempre uno sale haciendo comentarios del tipo: Como no tocaron esta o aquella. Pero el setlist estuvo bueno, Gary Holt llenó el hueco y las expectativas de este concierto creo que fueron superadas.
Así poco a poco la gente fue saliendo del lugar, afuera la lluvia había cesado un poco pero el frío se sentía. Los que no pudieron llegar temprano aprovecharon a comprar su recuerdo del evento, la verdad que las playeras estaban bastante feitas, las tazas igual pero en fin, la cosa era llevarse algo extra para recordar la noche del 21 de junio, el día que Slayer destrozó el Palacio de los Deportes.
Algunas rockuriosidades de este viaje:
- Al salir de Villahermosa, el bus recibió la bendición de una monja.
- El clima hizo que se me pararan los pezones por lo que no pude dormir a gusto ya que el roce de la playera me ponía “horny” y a mi lado iba un cabrón.
- No me perdí en el metro, como ya es mi costumbre.
- Esta vez no hubo un chilango que me buscara pleito (y ya van tres ocasiones que me pasa).
- No hubo necesidad de salir medio desnudo y en la madrugada a buscar chela por el rumbo de Garibaldi, esta vez la peda fue en Tlalnepantla y me porté bien.
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4 comentarios:
cámara, se ve que la gozaste! chido el artículo ca.
Cabron! Avísame cuando andes por estos rumbos. Saludos!!
Ese mi Morales, pues si, a pesar de la desvelada y la bañada de miados el concierto estuvo chido. El setlist fue bueno aunque pudo ser mejor jajajajajaja. Lo que nunca será malo es la chela antes y después de un concierto de metal, por poco y pierdo mi bus ese día jejejeje.
Víctor canijo, creo que tu mail lo tengo en una cuenta que ya ni uso de yahoo no estoy seguro pero en la cabecera del blog esta el mio cuando puedas echame un mail y te paso mi número de cel. Regreso en septiembre para lo de judas, pero si sale algo antes a ver si me animo. La próxima vez prometo avisarte aunque sea en tu blog a ver si nos topamos, el Beto del Mal igual se ha desconectado y creo que también fue, la verdad como fue un viaje express ya no le avise ni le mande mensajes. Pero si, cuando vaya a ver si se arma algo no? Una chelitas ;-)
Pues a mi me gustó más tu reseña cabrón !!! jajaja, chingón mi buen Fucktricio. La verdad un concierto para el recuerdo. Lamento no haber podido compartir unas chelas,, la próxima vez yo invito.
Estamos bien péndulos...
keep Rotting !
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