Hace unas horas llegue a casa, de entrada pase al baño a descargar "mi miedo" y de ahi a desayunar algo (si, no estoy pendejo, desayunar cuando se chambea todo el día seguido hay que buscarle a que hora meterse algo al estomago). Acompañado de mi agüita de jamaica para ayudar a limpiar los riñones y después a tratar de bajarme el susto que me lleve de regreso a casa con unos chocolatitos.
Pero ustedes se preguntarán, por que tanto pinche pedo. Pues resulta que, como todo los días, después de mi jornada laboral me dirigía a mi cantón y para ello hice uso, como cientos de personas en mi ciudad, del servicio de transporte público. Sepan ustedes que la banda acá como que ya esta acostumbrada a la adrenalina, les digo esto porque el cabrón chofer venía echo su madre. ¿La razón? Pues como suele suceder, venía junto a otra combi de la misma ruta y se venían peleando el pasaje de las paradas. Que poca madre. Al principio pues ni lo sentí pero hay ciertos trayectos que parecen película de acción, así de esa desmedida y casi surrealista que cuando uno las ve dice: "Hay no mames".
Esos cabrones choferes se deberían de ir de dobles de acción o a la madre esa de monsters truck, chocarse entre sí y hacer que se incendien sus vehículos, pero están tan "crazy pack" que no creo que los agarren a los cabrones. Como les dije, al principio pues ni lo sentí, en parte porque se subió una chamacona con unas defensas delanteras que no ma... y ya cuando sentí que ibamos a una velocidad como de mach 3 o 4 me tuve que aferrar a un pinche tubo. Ahi venía yo, agarradito pero eso sí, echandome un "taco de ojo" involuntario porque hasta con eso, la chava traía un escote de esos que asoman pero de pronto me empece a reír y es que en mi mente nomás me imaginaba que ni esos chichones de la vieja la iban a salvar del puto madrazo que nos ibamos a acomodar si el pinche chofer no llegaba a calculcar la distancia entre los demás coches o no le agarraban los frenos.
Así mi historia, afortunadamente llegue a la parada de mi colonia y me baje de la combi. Mañana, mañana agarro un taxi o camino a mi casa me cae de a madre, así por lo menos hago un poco de ejercicio.
Pero ustedes se preguntarán, por que tanto pinche pedo. Pues resulta que, como todo los días, después de mi jornada laboral me dirigía a mi cantón y para ello hice uso, como cientos de personas en mi ciudad, del servicio de transporte público. Sepan ustedes que la banda acá como que ya esta acostumbrada a la adrenalina, les digo esto porque el cabrón chofer venía echo su madre. ¿La razón? Pues como suele suceder, venía junto a otra combi de la misma ruta y se venían peleando el pasaje de las paradas. Que poca madre. Al principio pues ni lo sentí pero hay ciertos trayectos que parecen película de acción, así de esa desmedida y casi surrealista que cuando uno las ve dice: "Hay no mames".
Esos cabrones choferes se deberían de ir de dobles de acción o a la madre esa de monsters truck, chocarse entre sí y hacer que se incendien sus vehículos, pero están tan "crazy pack" que no creo que los agarren a los cabrones. Como les dije, al principio pues ni lo sentí, en parte porque se subió una chamacona con unas defensas delanteras que no ma... y ya cuando sentí que ibamos a una velocidad como de mach 3 o 4 me tuve que aferrar a un pinche tubo. Ahi venía yo, agarradito pero eso sí, echandome un "taco de ojo" involuntario porque hasta con eso, la chava traía un escote de esos que asoman pero de pronto me empece a reír y es que en mi mente nomás me imaginaba que ni esos chichones de la vieja la iban a salvar del puto madrazo que nos ibamos a acomodar si el pinche chofer no llegaba a calculcar la distancia entre los demás coches o no le agarraban los frenos.
Así mi historia, afortunadamente llegue a la parada de mi colonia y me baje de la combi. Mañana, mañana agarro un taxi o camino a mi casa me cae de a madre, así por lo menos hago un poco de ejercicio.
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