O al menos es lo que siempre decimos ya que estamos a punto de retirarnos de algún lugar o fiesta en la que estás con la banda echandote unas chelas a gusto pero que aún no te quieres ir, si, si, ya se termina este 2008 y como todos los años anteriores empezamos a hacer promesas, planes, ritos (pero no de esos que hacen los narcos donde decapitan gente) para atraer el amor, el dinero, la buena vibra. De mi parte no tengo mucho que decirles, este año se me va como los anteriores, hubo buenos momentos así como malos (creo que es mejor no pensar en ellos, pero desde aquí, desde esta trinchera... carnales, se me adelantaron... pero algún día nos juntaremos como lo haciamos cuando ustedes estaban aquí y rockearemos, beberemos y fumaremos hasta reencarnar o volver a morir), muchas películas que no pude ver, varios discos que aún no he podido escuchar, algunos libros que me prometí leer pero lo que si no ha cambiado son las ganas, las ganas de seguir en este rock, las ganas de compartir con aquellos a quienes me estiman y viceversa, las ganas de hablarle a esa chava, esa que te quita el sueño por las noches y recordar a aquella que te los daba (los sueños). Mucha gente se ha tomado la molestia de poner que fue lo peor, mejor o más o menos de este año, el mejor disco, la mejor rola, la mejor película, el mejor faje, la mejor peda, etc., yo de mi parte sólo les deseo que este año que viene sigan drogandose, emborrachandose, cogiendo, chambeando, echando la hueva, pero sobre todo no dejen de escuchar metal y de paso echarse una vuelta a este su blog y a ver si este año que viene se animan a rockomentar un poco más, sin pena, no se cobra por eso... como dijo alguna vez el buen Chuck... let the metal flow. Nos leemos el año que viene.
martes, 30 de diciembre de 2008
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