martes, 4 de junio de 2013

Judas Priest - ´98 Live Meltdown (1998)

Tras el poco éxito comercial que tuvo el debut de la banda con su nuevo vocalista, no se sabía que pasaría, vaya que después de “Metal Works” uno pensaba que ese recopilatorio sería el cierre de la carrera de la banda. Con “Jugulator” rompieron un silencio de 7 años, a pesar del frío recibimiento que tuvo el disco la banda no pensaba parar ahí, creo que no muchos recibieron del todo bien el nuevo sonido que habían adoptado y mucho menos que hubiesen decidido seguir sin su voz, sin Halford. La banda pasó momentos difíciles en su carrera, y habían pasado de tocar en grandes arenas a salas más pequeñas y con un público más reducido, especialmente de nuevos fans que habían caído rendidos ante la voz de “Ripper” Owens, pocos serían los fans de antaño que verían con buenos ojos este regreso de los Sacerdotes.

Para tener un solo disco de estudio con un nuevo vocalista, en lo personal se me hace muy apresurado lanzar un álbum en vivo, en especial uno doble. No dejo de pensar en lo desesperados que estaban por demostrar la valía de su nuevo mesías. Hay muchas personas a las que le gusta este disco, incluso aquellos que piensan que Owens es un excelente vocalista y que los temas antiguos ganaron mucho con el en la voz, solo puedo decir una cosa: Halford, perdónalos que no saben lo que dicen. El disco arranca de una manera clásica, muy Priest con “The Hellion” y “Electric Eye” y lo cierto es que se escucha muy, pero muy diferente esta canción ya que el sonido de las guitarras esta en un tono más bajo, tienen más punch pero la verdad es que perdieron ese sonido heavy clásico característico y a mi me parece que incluso la tocan hasta más lenta que la original, lo mismo con “Grinder” y en “Metal Gods” puff, perdió fuerza y carisma el estribillo. Creo que si hubiesen decidido hacer un proyecto alterno y sacar “Jugulator” quizás no hubiesen recibido críticas tan fuertes por que ese nuevo sonido que adoptaron en esa época no les benefició mucho que digamos.

El volumen general del disco es algo alto, y por momentos siento que se satura, Travis hace un buen trabajo como siempre pero nada excepcional. Aunque no dudo que haya disfrutado mucho esa temporada en que sonaban más cañeros y podía castigar su batería. En “Rapid Fire" la verdad que si se caga “Ripper” con esos agudos, creo que exagera un poco. Ya en los temas que interpreta de “Jugulator” lógicamente se le nota más cómodo, ahí si puedo decir que no suenan mal pero en los temas más antiguos creo que debieron hacer algunos cambios, aparte de solo bajar el tono de las guitarras para sonar más “frescos” y modernos. “The Sentinel” aunque no me parece mal tocado, si raro, bueno es que todo el jodido disco me parece raro con ese nuevo sonido en las guitarras. Muchos de los que vieron a “Ripper” Owens en esta gira lo alabaron, así que creo que al final el cometido fue cumplido y quedó plasmado en este doble disco en vivo.

Como dije, los temas en los que creo que más destaca Owens sin lugar a duda son los que pertenecen al disco que grabó, de los temas antiguos pues es algo ya subjetivo, puede que a algunos les guste y puede que a otros no. El público se escucha entregado en esta grabación así que no hay duda que disfrutaban el show. Cuando llega el momento para “A Touch Of Evil” mis expectativas alcanzaron unas cotas enormes por que me parece una increíble pieza y que en lo personal me trae muchos recuerdos. Se escucha decente en la voz de Owens, pero una vez más el sonido de las guitarras no me convence mucho, debo reconocer que el final sigue siendo de antología, aún con esta nueva voz. “Burn In Hell”, bueno, que decir, es el tema que más me gustó de “Jugulator” y aquí sigue sonando atronador. Y si tienen dudas de por que Owens se ganó su apodo, pues en este disco tendrán la oportunidad de disiparlas por que el siguiente tema es precisamente “The Ripper” y hace un buen trabajo vocal. Me salto “Bullet Train” por que es un tema que, como dije antes, es en donde mejor se escucha Owens y realmente mi morbo por escuchar este disco fue por los temas antiguos. “Beyond The Realms Of Death” es un tema perfecto por donde se le mire, una hermosa balada con un grandioso solo de guitarra de esos que hacen historia, la verdad que me dejó con sentimientos encontrados por que he escuchado discos tributo a la banda y no siempre me parecen malos covers, vaya que lo que suene a Priest me encanta pero no me gusta como la interpreta Owens, no es un tema que le quede bien. El primer disco cierra con “Death Row”, quizás el tema más flojo de “Jugulator”, ignoro por que lo habrán elegido para tocarlo en vivo.

El segundo disco pretende arrancar con fuerza, el rugir de la gente se deja escuchar y escuchamos a Owens interactuar con el público para enseguida dar inicio a “Metal Meltdown”, no, no me gustó para nada como suena. De verdad que no se que pensaban Tipton y Downing cuando se decidieron por ese sonido en las guitarras. “Nigth Crawler” no tiene ese carisma de Halford en la manera de interpretarlo, si, se que Owens no es Halford y que aquí quiso adueñarse de temas que no le corresponden pero no en todos lo logró y este es uno de ellos. Lástima por que es una canción cañera y pudo haber sonado mejor con Owens en la voz. El segundo disco es el que más temas clásicos contiene y a partir de este momento uno no sabe si seguir escuchando o darle al botón de stop, al menos eso fue lo que mi me pasó la primera vez que escuché este disco. Me dejó un poco mal al principio, después de un par de escuchas empecé a aceptar que Halford ya no estaba en Priest, que el nuevo sonido quedaba mejor con este nuevo vocalista y que siempre puedo regresar a los clásicos que la banda grabó en la mejor etapa de su carrera. En el tramo final del disco la banda toca un clásico seguido de otro, al menos 8 temas de la época más primitiva y entusiasta de los Priest se dejan escuchar y lo único destacable que puedo decir al respecto y quizás la mayor aportación que haya hecho Tim “Ripper” Owens a la banda es la versión en plan de balada acústica de “Diamons & Rust” que interpretan en este disco y que se mantendría incluso al regreso del Metal God al seno de la banda en 2004. “Breaking The Law”, “The Green Manalishi (With The Two-Pronged Crown)”, “Painkiller”, “You´ve Got Another Thing Comin´”, “Hell Bent For Leather” y “Living After Midnight” son las encargadas de cerrar este doble album en vivo.

Suenan pasables los temas en la voz de Owens, el público se escucha entusiasta, y después de esto la banda atravesaría el peor bache de su carrera. Un nuevo disco de estudio, otro álbum en vivo y ese sería el final de la era con Owens. Entiendo el entusiasmo inicial que muchos mostraron con la llegada de Tim “Ripper” Owens a Judas Priest, hay quienes dicen que es el mejor cantante de metal de esta época y que Judas Priest nunca sonó mejor en su carrera sino hasta la llegada de este salvador, pero los verdaderos fans de Judas Priest aún guardábamos una ligera esperanza de que el Metal God regresará a la banda, era algo lógico pero ciertamente en esos momentos parecía improbable. Pero para eso habría que esperar a que llegaran tiempos mejores…

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