viernes, 17 de septiembre de 2010

No m-a-m-e-n


Pide un hara-kiri en un restaurante japonés.

Un camarero del restaurante japonés Osaka, en Barcelona, se encuentra en estado grave después de intentar destriparse a sí mismo. Ocurrió después de que Jorge Salmorejo, sin siquiera mirar la carta, pidiera “una cosa de esas crudas, un hara-kiri”. Mientras al camarero empezaba a temblarle la barbilla, Jorge añadió que para beber tomaría “una cerveza de sake, de esas con un lagarto dentro”.


En el restaurante en cuestión tienen por costumbre saludar a los clientes con un cortés “satisfaceremos todas sus peticiones”, por lo que el camarero se sintió culpable por balbucear cuando le solicitaron que se suicidara. Fue el mismo Jorge quien llamó a la ambulancia cuando vio que el camarero se abría el abdomen.

“Francamente, el servicio en estos restaurantes orientales no es tan servicial como esperaba. Tuve que meterle yo mismo toda la mandanga otra vez en el buche y encima, lo que es el hara-kiri, ni me lo trajo. Me he quedado con las ganas de probarlo”, explica.Jorge, que no entiende la costumbre de los japoneses de abrirse las tripas sin que nadie se lo solicite, no recomendará la cocina oriental a ninguno de sus amigos.

“Yo me quedé con hambre, y de la cerveza de sake no supe nada”, se queja. Por su parte, el dueño del japonés Osaka, consciente del descontento del cliente, está esperando a que le den el alta al camarero para invitar a Jorge a que vuelva al restaurante. “Quedó descontento porque pidió hara-kiri y no se lo dimos. Eso fue porque el camarero sobrevivió, a ver si a la segunda va la vencida”, dice.

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